El clima y el tiempo en Puerto de la Cruz

Puerto de la Cruz goza de un clima templado y suave durante todo el año, con temperaturas moderadas tanto en invierno como en verano. La temperatura media anual es de unos 20 grados. En pleno invierno no baja mucho más de 18 ºC y en verano no excede demasiado de 25 ºC.

Con una humedad relativa del 60%, cuenta con una media de alrededor de 3.000 horas de luz solar y unos 75 días de lluvia al año.

La temperatura en Puerto de la Cruz

Factores que influyen en el clima

Entre los diversos factores que modelan este clima único, de carácter primaveral se encuentran principalmente:

Su latitud

Sus coordenadas geográficas son 28º 25′ 00” N y 16º 33′ 00” O, relativamente cerca del Trópico de Cáncer, lo que confiere a las islas un clima más o menos subtropical.

Su mínima altitud

El centro de la ciudad se encuentra a unos 9 metros sobre el nivel del mar. Esto hace que la temperatura no descienda demasiado, como suele suceder en las zonas de medianías y de montaña.

Su cercanía al mar

Al estar junto a la costa, recibe el efecto atemperador del océano Atlántico, que mitiga la subida excesiva de la temperatura especialmente en verano, pero que puede hacer que baje un poco más de lo habitual en invierno si hace viento.

Los vientos alisios

Los conocidos como vientos alisios -con su influjo, o régimen de alisios- soplan del mar (norte) a la cumbre (sur) –de modo más constante en verano-, cargados de humedad, haciendo que esta se condense a menudo en forma de nubes en las zonas de medianías del norte de las islas.

El tiempo según la Agencia Española de Meteorología (AEMET)

Aquí puedes consultar la previsión del tiempo que hará en la localidad turística en los próximos días:

El Tiempo. Consulte la predicción de la AEMET para Puerto de la Cruz

Tradicionalmente apreciado

Como no podía dejar de ser en la “isla de la eterna primavera” -apelativo otorgado a Tenerife-, son su valor paisajistico y este clima benigno los que atrajeron a muchos viajeros europeos, ya desde el siglo XIX. De hecho, la Sociedad Médica Británica llegó a recomendar en esa época la estancia en el antiguo Hotel Taoro como lugar ideal para el descanso y la convalescencia.

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